El Chiptuning, la optimización electrónica de la gestión de motor
En la actualidad, prácticamente todos los vehículos modernos llevan sistemas digitales de gestión de motor.
La electrónica hace posible una gestión muy precisa, rápida y completa de todas las funciones del motor.
Con el fin de garantizar la máxima potencia junto a una máxima fiabilidad, dentro de una relación precio/prestaciones razonable,
la industria del automóvil desarrolla sus motores con exhaustivas pruebas sobre bancos de potencia.
Durante este proceso se implementan sistemas de control dentro de la gestión electrónica.
Estos reconocen posibles peligros para el motor y regulan automáticamente su función para conservarlo.
La gestión electrónica de motor regula todos los parámetros relevantes, como el encendido, inyección, limitadores de par,
función de la mariposa, sistema de detección de picado, etc. (en motores de gasolina), regulación de la bomba
inyectora, regulación de presión de turbo, recirculación de gases de escape, etc. (en motores diesel).
El llamado Chiptuning u optimización electrónica de motores consiste en hacer mínimas modificaciones de algunos parámetros de
la gestión e influir así en la función del motor.
A través de estas modificaciones se consiguen importantes aumentos de par y de potencia, así
como mejoras en el funcionamiento general del motor, sobre todo en motores sobrealimentados (como casi todos los diesel CDI, TDI, HDI, JTD etc., y algunos motores
de gasolina con turbo).
La industria no siempre hace funcionar los motores a su pleno rendimiento por varias razones.
Para la homologación de un modelo se deben realizar una amplia serie de ensayos en los cuales se determina la versión de software que
finalmente gestionará el rendimiento de un motor. De este software resulta una potencia específica que finalmente figura en la
documentación del vehículo. En cada país hay diferentes leyes y normativas que cumplir, limitaciones por emisiones distintas,
estrategias de marketing singulares. Para el fabricante la mejor solución es una homologación fácil en todos los apartados
para todo el mercado mundial, unas reservas muy amplias de garantía y si cabe la posibilidad, aprovechar un mismo motor en varias generaciones
de vehículos, ofreciendo año tras año más potencia sin tener que desarrollar un propulsor completamente nuevo.
Además, para la industria automovilística un ajuste fino e individual de cada motor es imposible de realizar por razones de tiempo y de productividad.
Un preparador especializado como FJ - TUNING sí puede dedicar tiempo suficiente para un ajuste preciso e individual.
El aumento de potencia a través una optimización electrónica depende del estado de cada motor y debe consistir
en una puesta a punto individualizada para cada vehículo. Tan sólo de esta manera y aplicando unos conocimientos muy específicos
que resultan de la larga experiencia de nuestros técnicos, se pueden garantizar la misma fiabilidad y la aptitud para un uso diario de un vehículo
preparado por FJ - TUNING.
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